Todos tenemos un lado oscuro. Algunos de los rasgos esenciales que condicionan nuestro comportamiento o nuestra relación con los demás o con nosotros mismos vienen condicionados por la premanencia del signo zodiacal sobre la persona. Igual que existen unos factores positivos, también, nacer bajo la regencia de un signo u otro, viene a predisponer determinados rasgos “menos buenos” u “oscuros” de nuestra personalidad y nuestro ser.
En este aspecto creemos que, conocer nuestros rasgos “oscuros” puede ayudarnos a superarlos, por un lado y también puede servir para que las personas que nos rodean nos entiendan, nos comprendan y nos ayuden. En todo caso, será siempre aconsejable consultar a una vidente profesional para superar definitivamente aquellos rasgos que pueden lastrar nuestra relación personal o nuestro propio comportamiento con los demás.
El lado oscuro del Signo del Carnero: miedos y temores
Centrándonos en el tema que nos ocupa, uno de los mayores temores de los Aries es la soledad. El signo del carnero viene a determinar una personalidad altamente social. Necesita ver su propia proyección en el comportamiento, las actitudes y las palabras de los demás. En este punto, el signo del Carnero buscará siempre la relación social, la notoriedad y el reconocimiento en las demás personas.
Es por lo tanto, un signo altamente social. Además, otro de los grandes temores de los Aries es perder el control de sus propios instintos. Por regla general, el signo Aries presenta, como ya hemos visto, excelentes cualidades sociales, personales y espirituales; sin embargo la propia ambición, o el amor desmedido por sí mismo puede conducir a la persona Aries a cometer determinados excesos tales como un exceso de codicia, o ser demasiado impulsivo, lo cual le puede conducirle a ser agresivo en determinados momentos.
Además de todo lo anterior, Aries es un signo, como ya hemos apuntado en anteriores epígrafes, altamente testarudo y obsesionado con su entorno, con poder dominar y ejecutar las relaciones de amistad o personales de una manera un tanto déspota y caprichosa. Este quizá sea el lado más oscuro y secreto de los Aries. Un tipo de personalidad que, en un principio, puede pasarnos desapercibida pero que, sin embargo, con el tiempo y las circunstancias puede aflorar en determinados momentos. Será esencial, para la pareja o para los amigos de un Aries, entenderle, comprenderle y admitirle tal y como es, con sus grandes virtudes y sus pequeñas miserias.
Los Aries son conscientes de su comportamiento, de su manera de ser y su forma de entender las relaciones y el mundo, sin embargo nada o muy poco pueden hacer, por ellos mismos para paliar la esencia de su personalidad, a veces el origen de todos sus miedos, sus temores es precisamente su temperamento y sus obsesiones.
Algunas otras cuestiones, a tener en consideración en relación al Signo del carnero pueden ser:
- Un Aries siempre competirá para ser el mejor. La esencia del Aries es siempre ganar y ser el primero en la competición de la vida. Otra de las grandes debilidades es quizá, la tendencia, por propia naturaleza, a sufrir envidia de aquellas otras personas que nos rodean y quedan por delante de nosotros en distintas cuestiones. Una envidia sana, a veces, y en otras ocasiones enfermiza. En el fondo un Aries, siempre confía en una nueva oportunidad para demostrar que es mejor que el resto, aunque ello signifique hacer trampas y jugar sucio…¿El fin justifica los medios? Para un Aries, sí.
- Los enfados por cuestiones superficiales y poco importantes. Es una cuestión de dominar el temperamento, pero no siempre un Aries es consciente de las consecuencias de su enojo ni de su terquedad, sobre todo para las personas de su entorno.
- Otra cuestión propia de los Aries es la tendencia al tedio, al aburrimiento de todo. Son personas, por lo general, volubles, con facilidad e iniciativas para comenzar a hacer algo con fuerza que poco a poco puede irse convirtiendo en rutina, cansancio y olvido.
Resumiendo, el lado oscuro del Signo del Carnero, nos muestra una personalidad compleja y portentosa, arrolladora y profundamente temperamental. Su virtud es también su castigo, su miedo. Sus dotes sociales, sus obsesiones y su tendencia a ser protagonista de todo puede ser también el arma que lo destruya, si ese todo no sale como un Aries espera. Un Aries rara vez piensa en las consecuencias de sus actos o sus palabras, y sin embargo, con sus miedos, con sus temores y con sus sombras, es un signo, una personalidad que no deja de asombrar y fascinar a todo aquel que tiene a su alrededor