No cabe duda. El miedo es también parte de la vida. Es quizá uno de los instintos más primitivos que guarda el hombre. Es una cuestión, los miedos, que nos acompañan toda la vida.
Son muchos los miedos que pueden afectarnos a nivel general, por ejemplo, la falta de dinero, la falta de amor, la soledad, el dolor y un largo etc, etc.
Existen, por otra parte, miedos más particulares, propios de cada una de las personas. En función de sus vivencias, de su infancia y de cómo interpreta la realidad, animales como las arañas o las ratas, por ejemplo, pueden darnos auténtico pavor.
En el caso que nos ocupa, la astrología puede darnos un sentido y unas directrices, más o menos generales, unos patrones de comportamiento de cada signo que, dentro de sí, implican unos miedos y unos temores que se tornan reales y concretos en cada signo del zodiaco y cada caso y experiencia personal.
El signo zodiacal de Cáncer es en esencia un signo con profundos miedos, que determinan inseguridades y cambios de temperamento. Dichos miedos son gestados y padecidos en el interior de la persona Cáncer. Jamás una persona de este signo admitirá que lo está pasando mal, por tremendo y doloroso que sea su drama. Un Cáncer tiende a experimentar y sufrir tanto el miedo como el dolor de una manera aislada y personal.
Como ya hemos dicho, Cáncer es un signo muy vinculado con el mundo familiar. Ello determina el principal de los miedos de la persona Cáncer. El principal temor de un Cáncer siempre estará vinculado con su familia, lo cual le hace ser en exceso, la mayoría de las veces, sobreprotector. Ello a su vez puede provocar problemas en el propio contexto familiar, ya que dicha sobreprotección puede llegar a provocar verdaderos problemas en el entorno familiar.
El principal miedo de un Cáncer es, como ya hemos dicho, la pérdida de su hogar, bien sea de una manera física o espiritual. En el plano de lo físico, un Cáncer puede temer al abandono, a la enfermedad, incluso puede tener miedo a perder la autoridad y el afecto de su familia. Son cuestiones que, en muchas ocasiones, sólo están en la mente y en el interior del hombre o la mujer Cáncer; pero que a lo largo puede provocar un verdadero problema de convivencia en casa.
Miedos y temores del signo Cáncer
La perdida en el plano espiritual radica en la cuestión que un Cáncer puede llegar a ejercer, con su energía, su misticismo y su espíritu sobre el entorno hogareño. Suele ocurrir que con el tiempo, los hijos cada vez son más independientes, ello conducirá, inexorablemente, a un distanciamiento entre hijos y el padre o la madre Cáncer, lo cual ya dejará de ser un referente para ellos e incluso, no alcanzará con su energía y su sobreprotección sobre ellos.
Es por todo ello, que la persona Cáncer debe ser consciente de su justo papel en el contexto familiar. Es esencial que un Cáncer también se ponga en el lugar del otro. La empatía, para los Cáncer, no es una cuestión que acepten con gusto, pero se hace necesaria, muchas veces para salvar situaciones y vidas familiares.
Es una cuestión ardua y complicada, sin embargo la persona Cáncer tiene capacidad de sobra para reconocer que el amor y el cariño son más honestos y más reales si se producen en libertad. Dejar y reconocer la necesidad de que nuestros hijos crezcan y se alejen es una necesidad esencial para un Cáncer que deberá asumir y aceptar.