¿De qué forma asume un Escorpio el final de una relación afectiva?¿De qué manera actúa un Escorpio ante el drama del abandono? En adelante te daremos algunas claves sobre cómo afronta una ruptura una personalidad tan hondamente marcada por los sentimientos y la fidelidad, una vez entregado su corazón.
Casi todos los astrólogos coinciden en señalar que escorpión es un signo nacido para amar y ser amado. El corazón de la constelación de Escorpio es la estrella central. Antares es la estrella más brillante de toda la constelación de Escorpio, su corazón. Es incluso un elemento que está por delante de lo racional en el mundo Escorpio.
El drama, el dolor y la agonía ante una ruptura no se hacen esperar en la vida de un escorpión tras una ruptura. El abandono supone un duro quebranto para la confianza truncada y la valoración personal de la persona Escorpio.
Un Escorpio, debido a su ego, no es persona que acepte fácilmente un abandono. Si bien es cierto que, herido su amor propio, su dignidad y su confianza, un Escorpio rara vez implorará una segunda vez por amor. Quizá, pese a ser un signo nacido para el amor, solo su ego y su dignidad son mayores que la capacidad de sentir y de haber amado de un escorpión.
El corazón herido, la confianza traicionada, la vida truncada, el futuro incierto y sin sentido; son estos algunos términos que vienen a definir la vida, el interior y la sensación de un Escorpio tras una decepción de amor.
En los primeros momentos Escorpio, la vida de un Escorpio se torna drama. En este caso, en casos de amor y cuestiones personales, el signo tiende a exteriorizar su pena, siempre culpando a la otra parte, de una manera casi infantil y bastante egoísta. Escorpio se siente víctima del amor y de la confianza depositada, pero en este contexto le falta capacidad de auto-critica y valor para afrontar el tema y hablar con la persona que acaba de dejarlo. Es por ello que la mayoría de las relaciones rotas no se recomponen jamás, en la vida de una persona Escorpio.
Cómo afronta una ruptura un Escorpio
Con el tiempo tanto drama, tan inmenso dolor va poco a poco remitiendo y la influencia de la casa de escorpión va, lentamente apoderándose de la persona. Conocedor de su capacidad de seducción y amor, la persona escorpión abandona la reclusión física de su dolor, sus quejas y sus lamentos.
Nuevamente, con el tiempo, la pulsión de los sentimientos van ganando a lo racional del recuerdo y poco a poco el drama va diluyéndose en sensaciones cada vez más lejanas. El signo escorpión no se caracteriza precisamente por ser una personalidad nostálgica, pocos signos como éste pueden superar su pasado y encaminarse hacia su futuro de una manera tan autónoma con respecto a su pasado.
Escorpio es un seductor nato. Consciente de dicho rasgo, el Escorpio abandonado volverá, con el tiempo, a desplegar todas sus dotes personales y su capacidad de sublimación sentimental sobre quien le rodea.
La verdadera cicatriz de un Escorpio quedará en su interior, ya que pese a la superación del abandono, es una personalidad que le cuesta entregar su confianza y su corazón. A cada abandono, tras cada decepción amorosa, la personalidad Escorpio emerge con mayor fuerza y virulencia sobre sus posibles “víctimas de amor y seducción”, pero será en esencia un amor superficial y con grandes connotaciones sexuales.
La confianza y el corazón del escorpión quedarán, cada vez más, ocultos y blindados en su corazón. Es aquí donde se puede apreciar las verdaderas consecuencias de dicho abandono, el resultado del drama de ser quien se es en los tiempos que corren.