Un ser tan especial y sensible como el signo piscis puede guardar distintos temores en su interior que, de manera paulatina o según las vivencias y el momento pueden aflorar de una manera más o menos intensa.
La parte racional de los piscis tiende a eliminar todo vestigio del miedo, mediante la coherencia, el raciocinio y la lógica. Sin embargo, la parte predominante impulsiva e imaginativa de la persona piscis, crea y recrea una y otra vez la sombra de esos temores y miedos.
Estamos, por lo tanto y en este sentido que nos ocupa, ante una persona que alimenta sus propios temores a través de sus fantasías y sus posibles complejos que solo existen en su mente.
Uno de los principales miedos de un piscis es precisamente el desamor o la soledad y la marginación social (para este tema puede consultarse el epígrafe “Cómo afronta una ruptura un piscis”)
La soledad o el desamor para un piscis es una muerte en vida, es un peso insoportable y doloroso que le puede conducir por oscuros caminos de problemas psíquicos y físicos. Un piscis es, ante todo, un signo que necesita soñar y ser reconocido. También, como ya hemos comentado en epígrafes anteriores, necesita del apoyo y del reconocimiento de su entorno, ya que es un elemento muy valorado para un signo tan social como el que nos ocupa.
Por otro lado, piscis, pese a su personalidad mágica y sensible, es un signo que tiende a tener muchos complejos, la mayoría de las veces infundados. Ello conduce, entre otros efectos, a desarrollar una personalidad a veces psicótica y obsesiva con cuestiones de su físico o su cuidado personal además de, en gran número de ocasiones, a ser personas con una clara tendencia posesiva y plagada de celos.
En el caso del signo que nos ocupa, incluso, podríamos hablar de cierta dependencia emocional de su pareja. Este es otro de los miedos que pueden aparecer: el miedo al abandono.
Miedos y temores del Signo Piscis
Este miedo último, precisamente, puede provocar, a la larga, serios problemas de convivencia con su pareja. Es por ello que además de cuestiones místicas y románticas, es esencial dialogar mucho con este tipo de personalidades piscis. Demostrarle, día a día y palabra a palabra, lo mucho que nos hace falta y que la mayoría de los temores son infundados y están solo en su mente y en su exceso de celo.
Es importante, también, para evitar estos miedos y posibles problemas futuros, despertar o incentivar el uso de su parte racional, frente a la emotiva y sentimental. Ello se puede lograr, hablando, dialogando y negociando.
Es esencial, en una relación con un piscis, demostrarle que, si bien es importante la parte del romanticismo, del amor y de los sentimientos, no menos importante, para la salud de la pareja, será hablar, dialogar, negociar y planificar. Evidentemente se hace necesario, también, que sea la persona piscis quien tome algunas decisiones de pareja. Ello le ayudará a cobrar confianza en sí misma, alejarse de determinados temores y a desarrollar su parte intelectiva.
Pese a todo, la sombra de los miedos es inevitable. Derivados de determinadas inseguridades o vivencias pasadas, todos debemos acostumbrarnos al miedo y a los miedos, ya que son parte importante de nuestra naturaleza humana.
Sin embargo, y en relación con lo último, debemos constatar que el miedo, en el caso de los piscis, deje de ser una cuestión interna de inseguridades y cuestiones vinculadas con su mundo interior. Por ello, para que la mujer piscis o el hombre piscis vuelva a inundar todo con la magia de su sonrisa y la luz de sus ojos, es importante el papel que puede jugar su pareja en todo ello.