Los sagitario son personas que hondamente respetuosas y afectuosas con sus parejas. El sexo, para un sagitario puede ser una expresión más de un hondo misticismo o de una proyección de sí mismo a través de otro cuerpo que fluye.
Son personas, por regla general, que tienden a un sexo tántrico, exploran todas las variantes y posibilidades en planos superiores de relación y entrega. Como amantes quizá, los sagitario anteponen otras cuestiones antes que el sexo, sin embargo cuando afloran sus instintos más básicos y escapan a su control, pueden ser unos amantes incansables y repletos de energía.
En el sexo, un sagitario o una mujer sagitario, no dejará de sorprendernos. A través de su nirvana y su trascendencia espiritual y energética, podemos explorar, de su mano, las infinitas posibilidades que nos ofrece la unión, no solo física sino que también espiritual y energética de dos cuerpos y dos cosmos.
Es quizá, si no estamos habituados a este tipo de relaciones, como adentrarse en otro mundo negado a la mayoría. Es la búsqueda incansable de nuevas sensaciones hondas y profundas, las que un sagitario puede ofrecernos a través de la pulsión de sus propias sensaciones en nuestra piel y nuestro cuerpo.
Con respecto al amor, un sagitario es una persona franca, honesta y sincera como ya hemos señalado anteriormente (véase “Características de sagitario.”). Es una personalidad que en el amor no se reserva nada, entrega todo lo que es y lo que guarda, ofreciendo su corazón sobre las manos de quien ha sabido ganárselo.
Toda la profundidad espiritual y mental de un sagitario, no se corresponde con la profundidad de su corazón y sus sentimientos, los cuales suelen aflorar a flor de piel con relativa frecuencia. El amor de un sagitario no conoce final, es tan intenso como pueda serlo su mundo interior o una mirada sobre nuestros ojos.
Además es una persona que tiende a la fidelidad, tanto así mismo como a la de su pareja. En el núcleo familiar es un excelente padre, comprensivo aunque alejado de toda permisividad. Es una personalidad que le gustan las normas y el respeto de éstas. También en un contexto familiar.
El amor y el sexo para los Sagitario
Por otro lado, convivir con un sagitario es toda una experiencia. Podemos percibir su energía en cualquier rincón de la casa, incluso aún cuando éste ya no está. Su presencia, se suele decir, es lo inmanente de su energía. La presencia puede ser su calor sobre un objeto, o su huella sobre un vaso, también una indescriptible energía que puede hacernos estremecer espiritualmente.
Además, la relación con un sagitario, entre otras cosas positivas, puede aportarnos un sinfín de beneficios como confianza en nosotros mismos, paz, relajación, meditación, contemplación, una perspectiva distinta de la vida.
Un sagitario aprovecha cualquier excusa para auto-trascenderse, para pensarse y ser pensado y de este modo progresar y evolucionar a nuevos pensamientos, nuevos tipos de relaciones maritales, sentimentales o incluso laborales, son unas personalidades que están en continua evolución mental y energética.
Como ya hemos dicho un sagitario nos planteará un aspecto desconocido de las cosas y las sensaciones, bien sea en el sexo, como amante, como pareja o como amigo. La trascendencia de las cosas, la esencia de cada gesto o cada objeto es cuestión esencial, única y casi mística para un sagitario.
La imaginación es también, tanto en el sexo como en el mundo marital, uno de los grandes aportes que puede realizar este signo astral.
Como ya hemos dicho, es toda una experiencia contar a nuestro lado con un sagitario. Dejarnos empapar por su personalidad, sus palabras, sus miradas e incluso su recuerdo, cuando éste no esté.
Un sagitario puede estar aunque no esté, tal es su poder sobre la persona amada o sobre la persona querida. Estemos donde estemos, un sagitario enamorado tiene la capacidad de sentirnos y de comunicarse con nosotros sin necesidad de palabras o gestos, tan solo con el pensamiento o con los sentimientos.