Virgo, como ya hemos dicho en pasadas reflexiones, es ante todo un signo racional y analítico. Mercurio hace de los virgo personas perfeccionistas y en algunos casos, según el grado de acepción que tengan con su planeta regente, pueden rozar el psiquismo y la obsesión con distintas cuestiones, en principio baladíes.
Lo anterior puede ser una fuente de conflictos y temores internos para un virgo. Un virgo teme, por ejemplo, todo aquello que escapa de su intelecto o no encuentra una lógica explicación.
El propio amor, en muchas ocasiones, puede ser también el origen de un profundo temor al engaño, al equívoco o al fracaso en cuestiones personales. La mente reflexiva (a través de la influencia de Mercurio) hace que en determinadas personas virgo cualquier cosa, desde cualquier decisión o cualquier acción, puede provocar que se produzcan dudas las cuales pueden conducir a determinados temores y miedos.
Virgo es también un signo que teme el fracaso o la imperfección. Es quizá una cuestión natural, la tendencia al aislamiento, en muchas ocasiones, precisamente por el temor a no encontrar personas adecuadas para la personalidad virgo.
Otras cuestiones que pueden contravenir la confianza de un virgo, puede ser a cuestiones como la confusión, la despreocupación o no ser comprendido en su círculo social, laboral o familiar.
Es una cuestión quizá del exceso de control. Un virgo debe asumir, para paliar sus miedos y sus inseguridades, que no todo lo que nos ocurre en la vida lo podemos controlar. Existe un concepto llamado “azar” al que todo virgo teme y odia.
Los sentimientos son otra fuente continua de tensión interior para un virgo. Este signo intenta, por todos los medios, de someter cualquier instinto o cualquier impulso sentimental que pueda sentir o padecer. De hecho, se suele decir que un virgo empieza amando con la cabeza para terminar pensando en el amor desde el corazón.
Miedos y temores de los Virgo
Ya lo hemos dicho, el miedo al engaño es quizá tan importante en un virgo como el temor al fracaso social, personal y laboral. Son personas que para evitar parte de sus miedos sopesan cada acción, piensan y meditan cada hecho o cada elección, bien sea en el amor, en cuestiones familiares o incluso en aquellas menos trascendentes.
El enorme ego de un virgo desata este tipo de miedos, de temores compulsivos e inexplicables, muchas veces, precisamente para defenderse y reafirmarse a través de la perspectiva única y personal del mundo y del entorno. Todo aquello que no es del estilo o del gusto de un virgo, no existe o al menos trata de convivir con ello pero sin profundizar en exceso. Por ello las personas virgo suelen ser poco sociales y comunicativas, sobre todo en un contexto laboral o con amigos.
Un virgo, por otra parte, jamás reconocerá sus miedos o sus temores. Son personas reservadas que tienden a sufrir y padecer todos sus temores en su interior. La reacción con el exterior puede pasar inadvertida.
Todos afirman que virgo debe aprender a controlar su vida, a mandar sobre sus propios pensamientos, su mente y los prejuicios que ésta le impone. Sin embargo, lo esencial para virgo, será, poco a poco, ir normalizando su visión del mundo y de su entorno de manera más objetiva y más integrada en sus círculos familiares y con sus amigos.
Ver que también, a veces, la inteligencia y la obsesión por el análisis de comportamientos y hechos puede ser una traba para el desarrollo personal, laboral y familiar. Un virgo tiene capacidad para eso y para mucho más, por lo tanto es solo realizar una toma de conciencia y muy pronto todos esos miedos, esos temores infundados irán desapareciendo de nuestro interior y nuestra cabeza.