¿Has tenido alguna mala experiencia relacionada con el mundo del tarot y la videncia?¿Te has sentido engañada con algún call-center de tarot? Es esencial, para un servicio de videncia optimizado, satisfactorio y completo, tener en consideración algunas cuestiones, consultar con videntes verdaderas y contar con videntes que atienden personalmente.
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Para que conozcas tu futuro, para que puedas cambiar y mejorar tu destino, nosotros te indicamos cómo elegir una vidente de verdad.
¿Verdaderas videntes… o videntes verdaderas?
La videncia es, en esencia, una manera de ayudar a otras personas. A través del conocimiento y la interpretación de los arcanos, la tarotista buena lee e interpreta cada elemento en función de preguntas y energías.
La videncia es, además, un acto íntimo, personal y muy delicado en el que una persona, a menudo con problemas serios o distintos tipos de ansiedades necesita y reclama una información concreta y exacta para poder tomar las riendas de su propia vida.
En una sesión de tarot, por lo tanto, la vidente entra en íntima comunión con la persona que llama y ésta, a su vez, debe abrir su corazón y depositar su confianza sobre dicha vidente.
Se hace esencial, por lo tanto dar con una verdadera vidente, una persona experta en el tarot y que tenga la potestad de ayudarnos y esbozar un oráculo verdadero, ceñido a nuestras necesidades y centrado en nuestras preguntas.
Una vidente siempre debe realizar una atención personalizada y, repito, ceñida a nuestras expectativas y nuestras necesidades.
Debemos tener en consideración, tras lo dicho, la importancia que puede y debe tener este tipo de consultas para quien las realiza, que una verdadera vidente debe realizar un trato personalizado, con una actitud claramente enfocada a nuestra vida y nuestros problemas y, sobre todo, debe poseer una capacidad de empatía, de compromiso y de seria disposición a ayudarnos.
Además de lo anterior no debemos olvidar que, una vidente verdadera, es una persona que ha dedicado toda su vida al conocimiento y perfeccionamiento de su don y a la profundización en el estudio del tarot para ayudar a otras personas. El don, la capacidad heredada que tienen algunas videntes, le ha sido otorgada para ayudar y para ponerla a disposición de terceras personas.
Por lo tanto, podemos interpretar que el concepto de una “verdadera vidente” atañe a una cuestión de actitud, al compromiso de la vidente y tarotista como persona con nosotros para iluminarnos, para tranquilizarnos y darnos herramientas para superar cualquier situación personal. A través de sus consejos, mediante una iluminación interior, o fortaleciendo nuestra fuerza y la confianza en nosotros mismos, una verdadera vidente puede y debe estar siempre a la altura de nuestras expectativas.
Por otro lado, la expresión de “vidente verdadera” hará referencia al conocimiento y distintas cuestiones técnicas y de conocimiento sobre el mundo esotérico y el tarot. Hablamos por lo tanto de una cuestión de actitud en este caso.
Diremos, a colación de las anteriores ideas y como colofón a estas palabras, que la calidad de una vidente viene determinada, precisamente, por la unión y el desarrollo de estos dos conceptos: “una vidente verdadera” junto a “una verdadera vidente”; ello nos llevará a una atención personalizada, única y exclusiva en la que sea la propia vidente quien nos atienda y nos arrope desde el minuto uno de la llamada.
De otro modo, deberemos dar por zanjada dicha consulta, ya que, debe ser siempre la vidente y tarotista quien nos atienda, no otras personas.
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Solo así, conociendo cuestiones como las anteriores y siendo tajantes con cuestiones tan vitales como nuestra confianza y nuestro futuro, podremos evitar sentirnos frustrados o engañados con servicios de tarot que quizá no están a la altura de lo que buscamos o lo que necesitamos.
En este sentido, como ya se expuso en pasados artículos, debemos optar por una videncia de calidad, por una vidente sin gabinete, reconocida, valorada y con una atención personalizada y de calidad, tal y como nosotros merecemos.
No hay que olvidarlo: una consulta de tarot siempre será personalizada y centrada en nuestras necesidades.